Seguridad del recién nacido: su entorno

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Seguridad del recién nacido: su entorno
Uno de los temas que más preocupan actualmente a cualquier madre es la seguridad de sus hijos, tanto más cuanto más pequeños, pues están más indefensos. Guardar una serie de aspectos con tu bebé hará que pierdas parte de ese miedo.



La primera premisa fundamental es tan simple como fácil de cumplir: no dejes nunca solo a tu bebé. Unos segundos pueden ser el tiempo que tarda en tener un accidente, como caerse de la cama o taparse la cara con un juguete. Para ello lo más útil es el reparto de tareas entre los padres, de forma que no vivas siempre “en tensión”.
La cuna debe ser homologada, con una altura de la barandilla de 50cm y espacio entre los barrotes menor de 7cm. El colchón también debe ser homologado, nunca demasiado blando, y adecuado al tamaño de la cuna (si es pequeño el niño puede meter sus brazos o piernas en los huecos que queden).
Procura que nunca estén al alcance del niño objetos potencialmente peligrosos, que son casi todos los que no son aptos para bebés. Desde botones o agujas hasta lazos o cordones. Lo ideal es que cerca de él no haya realmente ningún objeto, incluidos sortijas, pendientes, etc, que se pueden soltar y ser tragados por el niño.
No almacenes nunca la leche en polvo ni los biberones cerca de sustancias potencialmente tóxicas o fáciles de confundir. Y por supuesto nunca des ningún tipo de medicación “a ciegas”. Consulta siempre antes con tu pediatra o con el farmacéutico. Recuerda que la mayoría de los fármacos no se pueden o no se deben dar a los recién nacidos.
Cuando salgas a la calle recuerda proteger del sol, frío o calor al bebé. Su piel es muy fina y se deshidrata y quema con facilidad. Para viajar en automóvil utiliza siempre sillas o cucos que han de ser homologados y adecuados a su edad. Normalmente los del Grupo 0 son válidos hasta los 9 meses o los 10Kg. Nunca caigas en la tentación de llevar a tu hijo en brazos, aunque sea para un trayecto muy corto: un simple frenazo puede hacer que salga despedido con el grave riesgo que eso conlleva. Intenta prever tus desplazamientos con anticipación para que nunca te encuentres en la tesitura de tener que viajar y no disponer de silla adecuada para el niño.


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